martes, 1 de diciembre de 2015

NEUROPSICOLOGÍA DE LA EPILEPSIA I: ¿Qué es la Neuropsicología?


¿Qué es la neuropsicología?

Cuando una persona sufre epilepsia, acude a un médico especialista en neurología. Este hace un estudio del paciente con el objetivo de controlar las crisis. A continuación, se le administra un fármaco que frene las crisis. Pero estas crisis han dejado secuelas que el propio paciente indica mediante quejas subjetivas. Estas quejas van desde problemas de concentración, problemas de memoria, dificultades para organizarse y planificarse, lentitud en las tareas, etc. ¿Quién se encarga de llevar a cabo un estudio para confirmar o no que esas quejas son verdaderas? ¿Qué profesional es el que determina que dificultades cognitivas ha provocado la enfermedad? ¿Quién se encarga de establecer un plan de intervención para rehabilitar esos déficits, optimizar sus capacidades intactas o compensar sus dificultades?
Esta es la figura que ocupa el neuropsicólogo. Se trata de un psicólogo especializado en el estudio del funcionamiento cerebral estableciendo las relaciones entre el cerebro y la conducta. Estudia las bases biológicas relativas al funcionamiento del cerebro y establece las relaciones con las funciones cognitivas como la atención, el lenguaje, la percepción, la memoria o las funciones ejecutivas. Además sabe que el humor o el estado de ánimo también se encuentra en el cerebro y puede verse alterado por lesiones o disfunciones cerebrales.
La neuropsicología se ha ido determinando como una especialidad de la psicología en la mayoría de los países. Difiere totalmente de otras áreas de la psicología en: Una formación neurobiológica más exhaustiva, con mayor conocimiento anatómico y fisiológico del sistema nervioso central, características de la población atendida (pacientes con alteraciones del sistema nervioso), los problemas tratados (en general, daño cerebral) y los procedimientos y técnicas empleadas (tests neuropsicológicos, pruebas de neuroimagen,…).

¿Quién requiere atención neuropsicológica?

La población que puede solicitar asistencia neuropsicológica abarca en su totalidad al ciclo vital, es decir, cualquier grupo de edad en un momento determinado puede demandar estos servicios, caracterizándose por patologías diversas, correspondientes al grupo de edad. De esta forma, podemos realizar la siguiente clasificación, según la atención neuropsicológica:
  • Neuropsicología infanto-juvenil:
A este grupo pertenecerán todos los niños desde su nacimiento hasta la finalización de la etapa escolar.
La neuropsicología infanto-juvenil se interesará principalmente en el aprendizaje y la conducta en relación con el cerebro de los niños.
Los niños son enviados para evaluación por un médico, maestro, psicólogo escolar u otro profesional porque existe uno o más problemas, como por ejemplo:
  • Dificultad de aprendizaje, atención, conducta, socialización o de la regulación emocional.
  • Alguna enfermedad o problema de desarrollo innato que afecta de alguna manera al cerebro, como por ejemplo déficit de atención con o sin hiperactividad, miedos o fobias, problemas o retrasos del lenguaje, dislexia, autismo, epilepsia,…
  • Alguna lesión cerebral debida a un accidente, traumatismo al nacer u otro estrés físico (parálisis cerebral, tumores cerebrales, accidentes vasculares, procesos víricos o infecciosos).

Una evaluación neuropsicológica ayuda a entender mejor el funcionamiento de su hijo en áreas como la memoria, la atención, la percepción, la coordinación, el lenguaje y la personalidad. Esta información le servirá a los padres y al maestro, a los terapeutas y al médico del niño para brindar el tratamiento e intervenciones que respondan a sus necesidades específica.

  • Neuropsicología adulta
Dentro de la edad adulta, la neuropsicología engloba patologías muy diversas, entre las cuales se dan con mayor frecuencia las siguientes:
  • Patología Cerebral:
  • Patología vascular: Infarto cerebral o proceso isquémico:
  • Tumores cerebrales.
  • Traumatismos craneoencefálicos.
  • Patología infecciosa.
  • Trastornos del lenguaje: afasias, alteraciones del lenguaje escrito (alexia, agrafia), aprosodias, acalculias y apraxias.
  • Síndromes frontales.
  • Envejecimiento normal, deterioro cognitivo y demencias: amnesias, epilepsia, enfermedades psiquiátricas, deterioro cognitivo leve., demencias: primarias o corticales (alzheimer, Pick o frontotemporal,…), vasculares, subcorticales (Parkinson, frontosubcortical, Corea de Huntington, Esclerosis múltiple…)

2 comentarios:

  1. Muchas gracias por este resumen estupendo. Seguid trabajando así de bien!

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  2. Muy interesante vuestra prevalencia en estos escritos que da a conocer este problema en su totalidad

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